Según la Fundación Libertad y Progreso, la inflación de marzo presentó una aceleración de 0,7 puntos porcentuales respecto al dato de febrero.
El dato que dio la consultora privada Fundación Libertad y Progreso pone en alerta al Gobierno nacional que sigue sin poder ponerle un freno a la inflación. Las cifras que viene registrando la gestión de Alberto Fernández, volvieron irrisorio aquel pronóstico de Sergio Massa, que decía que la inflación de abril iba a comenzar con un 3%.
Según datos que presentó, en marzo el IPC mostró un aumento de 7,3% mensual. Es decir, que se presentó una aceleración de 0,7 puntos porcentuales respecto al dato de febrero. En consecuencia, en el primer trimestre del año, la inflación acumulada es de 21,3% (vs 16,1% acumulado durante el primer trimestre del 2022). Por su parte, la variación interanual asciende a 103,5% desde el 102,5% de febrero.
Con los valores de este mes, se alcanzaría la segunda mayor variación mensual del gobierno de Alberto Fernández (la más alta fue de 7,4% en julio del 2022) y la inflación interanual más alta desde septiembre de 1991 (115,0%)
El dato de marzo estuvo marcado fuertemente por el componente estacional, que se origina por el comienzo del ciclo lectivo y el fin del período de vacaciones, así como también por los aumentos que hubo en el precio de los bienes y servicios regulados.
Los 12 rubros del índice mostraron aumentos mensuales, siendo los más grandes el de “Educación”, 16,7% e incidencia de 0,5p.p.; “Transporte y combustibles”, 13,5% e incidencia de 1,6p.p.; y “Bienes y servicios varios”, 8,3% e incidencia de 0,3p.p. Por su parte, “Alimentos y Bebidas no alcohólicas” presentó un aumento de 7,5% e incidencia de 1,8p.p.
Eugenio Marí, Economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso dijo “la aceleración inflacionaria en el mes de marzo era algo que se venía anticipando. Sin embargo, volver a quebrar la barrera del 7% de inflación mensual es un nuevo golpe sobre los salarios en términos generales, pero especialmente para los trabajadores del sector informal. Recordemos que en 2022 la inflación fue 94,8% y los salarios privados no registrados aumentaron 65,4%”.
Marí agregó que, “desde el punto de vista del financiamiento del Estado, la aceleración inflacionaria presionará aún más a la baja a la demanda de dinero. Esto restringirá aún más la capacidad de emitir moneda para financiar el gasto”.