Veo que en Argentina algunos métodos terroristas utilizados por la policía para reprimir siguen estando presentes. Esas prácticas que eran empleadas en las décadas del 70 y 80 durante la dictadura militar quedaron enquistadas en las fuerzas policiales de nuestro país. Cuesta que se vayan. En Argentina se siguen deteniendo personas en la vía pública sin que hayan cometido ningún delito. Tal cual como ocurría en la dictadura.
Mientras la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en cadena nacional, hablaba sobre la cantidad de Derechos Humanos obtenidos por el pueblo argentino durante estos últimos 12 años, en Entre Ríos, a tan solo 494 kilómetros de Plaza de Mayo (lugar donde se encontraba la presidenta), el periodista Lucas Carrasco era tirado al suelo, golpeado y esposado por dos oficiales de la ciudad de Paraná. Quedó detenido bajo los cargos de «disturbios y ebriedad», una contravención que no existe en dicha provincia.
Resulta por lo menos paradójico esta imagen.
Mientras en Argentina se bajan cuadros de dictadores se siguen permitiendo hábitos de la policía que nos siguen recordando esa época.
Pero el accionar cuasi mafioso de la policía de Sergio Urribarri tendría un motivo. Según denuncio en su cuenta de Twitter Lucas Carrasco, esta actitud policial se debe a que el periodista vinculó a Mauro Urribarri, hijo del gobernador, con una red de trata en Concordia.
En algunas provincias seguimos viviendo en el peor feudalismo donde la ciudadanía está sometida por la clase dominante. Seguimos viviendo en esa época donde los políticos son intocables y los que se animan a denunciarlos son perseguidos, torturados, hostigados y hasta encarcelados. Meten miedo para seguir manteniendo su nivel de corrupción y de delito.
Señores gobernantes, el pueblo argentino no quiere vivir más en esos tiempos, en los que se persiguen y amenazan periodistas. Hagan algo.
El descargo de Lucas en Twitter
Acabo de salir de la cárcel, gracias a los que pidieron por mí. Muchas gracias. Fui arrestado en la puerta de la casa de mi mamá, sin causa
— Lucas Carrasco (@carrascolucas) Mayo 26, 2015
Fui esposado, pateado, golpeado e insultado por mis denuncias a la policía
— Lucas Carrasco (@carrascolucas) Mayo 26, 2015
No me hicieron causa. No llenaron ningún papel. Me retiré sin firmar «el buen trato». Me robaron la computadora, el teléfono, la agenda
— Lucas Carrasco (@carrascolucas) Mayo 26, 2015
Me robaron el dinero,las tarjetas, el cuaderno de laburo, mi libreta, la tablets y un teléfono.
— Lucas Carrasco (@carrascolucas) Mayo 26, 2015
Fui esposado, pateado y tirado al piso en la puerta de la casa de mi familia, en Urquiza y Misiones de Paraná, donde fui a comer locro
— Lucas Carrasco (@carrascolucas) Mayo 26, 2015
Agradezco de corazón a todos mis familiares y vecinos de Paraná que contaron la verdad: fui detenido por orden de @SergioUrribarri
— Lucas Carrasco (@carrascolucas) Mayo 26, 2015
Estoy triste, jamás viví una situación así. Me abordaron de sorpresa, me tiraron al piso, me esposaron y patearon. «Vas a aprender» decían
— Lucas Carrasco (@carrascolucas) Mayo 26, 2015
Mientras me golpeaban en la cárcel, se burlaban de mis notas sobre la trata, la policía y el gobernador.
— Lucas Carrasco (@carrascolucas) Mayo 26, 2015
Me encapucharon, me pegaron con toallas mojadas, me hicieron un submarino. Cuando me sacaron la capucha hicieron simulacro de fusilamiento
— Lucas Carrasco (@carrascolucas) Mayo 26, 2015
Voy a hacerme revisar y atender los dolores. Cierro acá. Reitero, muchas gracias a todos. De corazón. Tuve mucho miedo. Pensé que…Gracias
— Lucas Carrasco (@carrascolucas) Mayo 26, 2015