Artículo de opinión de la consultora política DATA 360
En poco más de dos años y medio, la gestión de Mauricio Macri cuenta en su haber con cuatro paros generales. Lo que se traduce en una medida de fuerza cada ocho meses, aproximadamente. El número se acerca al promedio del segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner, en cuyo periodos se registraron cinco huelgas nacionales. Vale la pena recordar que en su primera gestión de la ex presidenta, no hubo ninguna protesta a nivel general.
La historia de las medidas de fuerza desde la vuelta a la democracia, en 1983, marca indudablemente el pulso de los trabajadores. Es así que mandato de Néstor Kirchner sufrió solo un paro nacional. Su predecesor, Eduardo Duhalde, quien fue presidente por aplicación de la Ley de Acefalía (2002-2003) enfrentó tres.
El derecho a manifestarse del sector obrero tuvo su pico en la presidencia de Fernando de la Rúa (1999-2001), con 9 medidas de fuerza, es decir una cada tres meses. La efervescencia social alcanzó su pico máximo en diciembre de 2001, obligándolo a dejar el poder.
Carlos Saúl Menem, pese al descontento de muchos sectores supo manejar con destreza al sector sindical y registró solo tres paros generales durante el primer mandato y cinco en el segundo. En tanto, Raúl Alfonsín, durante su gobierno soportó 13 huelgas generales, que debilitaron su mandato a tal punto que debió abandonar cinco meses antes de cumplirse su mandato.