El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, y el gobernador electo de Jujuy, Gerardo Morales, se reunieron este fin de semana en la residencia oficial salteña, donde trataron temas y problemáticas comunes a ambas provincias, y sobre los que acordaron trabajar conjuntamente a futuro.
Incluso, cómo lo anticipó El Otro País en la nota «Urtubey, ¿cumplirá el rol de gestor del norte argentino?» publicada el 18 de octubre, sobre el nuevo papel que iba a tener el primer mandatario salteño. «De esta manera, Urtubey se perfila para cumplir el rol de vocero-gestor del norte argentino ante el gobierno nacional. Un vocero-gestor con conocimiento de la región, de sus necesidades, de sus carencias y de sus prioridades. Aseguraría que se termine con esa actitud unitaria y paternalista de los gobiernos nacionales argentinos, que deciden arbitraria y unilateralmente en Capital Federal cuáles son las, varias veces millonarias, obras de mayor “utilidad” y provecho que se destinarán a las distintas provincias», expresaba el artículo (elotropais.com.ar/urtubey-cumplira-el-rol-de-gestor-del-norte-argentino).
Este primer paso comienza a dar concreción a un estratégico y magnífico anhelo de Juan Manuel Urtubey, muchas veces por él expresado, como lo es el proyecto de un bloque regional norteño conformado por provincias con similares necesidades e iguales aspiraciones.
La conformación de este bloque regional tendría como objetivo primordial dar fuerza a las exigencias y pedidos que se realizarán al ejecutivo nacional con respecto a obras de infraestructura y utilidades para las áreas sociales y productivas del norte argentino en conjunto, y a la vez cooperar interprovincialmente en la búsqueda de soluciones a males que afectan a la región, tales como el microtráfico y el narcotráfico.
Esta naciente coalición territorial debería incluir, a nuestro humilde entender, a Claudia de Zamora, Lucía Corpacci, Juan Manzur y Sergio Casas, gobernadores de Santiago del Estero, Catamarca, Tucumán y La Rioja respectivamente, ya que estas provincias comparten no solo un espacio geográfico común, el NOA, sino también las mismas aspiraciones de maximización de sus potenciales turísticos y desarrollo industrial, fuertes y seguros generadores de divisas y empleo, que en gran medida liberan a las provincias de la asfixiante dependencia financiera del poder ejecutivo nacional.
La fuerza de un bloque como el que comenzó a parirse en estos días, por idea e iniciativa del gobernador Urtubey, podría ser la herramienta que facilite un crecimiento y desarrollo homogéneo, sostenido y perdurable para la región norte de la Argentina, tantas veces postergada, relegada, con promesas incumplidas o cumplidas a medias debido que los pedidos y reclamos ante nación fueron hechos en soledad por algún mandatario voluntarioso pero sin el respaldo fortalecedor que representa hacerlo en nombre de una “confederación” regional, o como gobernador de una provincia miembro de ella.
Ya estructurada y en marcha, esta coalición regional norte no deberá necesariamente limitarse a la tarea de ser un soporte para demandas y requerimientos a la nación, sino que más bien deberá tener como propósitos esenciales el intercambio de recursos, firma de acuerdos cooperativos, y tratados de fomento interregional. Esto redundará en un aprovechamiento y desarrollo integral de las riquezas y potencialidades de cada de una de las provincias integrantes de la misma, en beneficio del conjunto.
No cabe otra opción más que celebrar y alentar este inédito compromiso y apretón de manos entre dos gobernadores con banderas políticas distintas, pero que entienden que sus partidismos y simpatías ideológicas no son más importantes que el bienestar, el progreso y la estabilidad de quienes los eligieron para administrar y conducir.
Los tiempos políticos modernos no sugieren, exigen conductas magnas, abarcativas, y de amplio horizonte como las que interpreta y propone el gobernador Juan Manuel Urtubey, y que el gobernador Gerardo Morales acepta aportando lo suyo.