Política

Aerolíneas Argentinas, 2000 días de pérdidas

La verdad sobre Aerólineas Argentinas detrás del gesto emocional, nacional y popular.

franco

El libro esta entre las novedades de la conocida Editorial Planeta, una de las editoriales más importantes en Argentina. Aerolíneas Argentinas, 2000 días de pérdidas, de Franco Rinaldi, desnuda la inoperante gestión que tuvo la administración de la compañía, de la mano de Mariano Recalde, a desde su estatización a mediados de 2008.

El libro hace foco sobre el despilfarro que realizó la gerencia, produciendo pérdidas por más de 4 mil millones de dólares en 6 años. Algo así como 2 millones de dólares por día. Franco comentó que la aerolínea invirtió millones de dólares y sólo compró dos aviones. Este politólogo salteño catalogó como «penosa” la administración de la aerolínea de bandera. “Es inexplicable la pérdida de Aerolíneas, salvo por la contratación descontrolada y los malos manejos administrativos”, dijo en Radio Continental.

Otro mito que Franco se encarga de desmentir es que la empresa pierde dinero viajando a destinos que otras aerolíneas no viajan. Asegura que la empresa no pierde dinero viajando por Argentina, para hacer una aerolínea más federal. Paradójicamente los destinos que le dieron algunas ganancias fueron lugares en los que no tiene competencia. «Esa es otra de las grandes mentiras de la empresa, que se ha caracterizado por mentir de una manera escandalosa y casi imperdonable respecto de la verdad de la empresa y su situación económica. Le hace creer a la gente que en realidad lo que da pérdidas es volar a los destinos del interior del país. Los destinos a los cuales solamente vuela Aerolíneas, como puede ser Jujuy, Mar del Plata o Posadas a la empresa le dan alguna ganancia», comentó en una entrevista realizada para El Tribuno de Salta.

Algunos número sobre la empresa.

En el 2012 la empresa bandera de nuestro país se convirtió en una de las aerolíneas peores gerencias y con más perdidas del mundo, con un déficit de U$S 2.700.000 diarios. La empresa estatal desde su estatización, en el 2008, recibió más de U$S 3.500 millones por parte del gobierno nacional. Monto con el cual se podrían comprar 2 American Airlines, antes de su fusión con US Airways, ya que el valor de la empresa norteamericana en ese momento era de U$S 1.800 millones. O podría haber comprado a Delta Airles, una de las compañías más rentables del mundo, con un valor de 3.289 millones de dólares. El 70% de las pérdidas operativas de la empresa corresponden a destinos internacionales como Madrid, Barcelona, Sydney y Miami. Según el sitio “Aviación News” en el año 2012 uno de los destinos que más pérdidas le generaron a Aerolíneas Argentinas fue Madrid con 64 millones de dólares.

Prólogo del libro

El 28 de julio de 2013 a la noche hacía bastante frío en Buenos Aires, y las encuestas de cara a las primarias de medio término no le daban al oficialismo para ser optimista. También se cumplían cinco años y una semana de que la presidente Cristina Fernández de Kirchner anunciara la expropiación de Aerolíneas Argentinas (y Austral) en la Casa de Gobierno.

En Nicaragua al 4300, casi avenida Scalabrini Ortiz, había una cita importante para la militancia kirchnerista del barrio porteño de Palermo. En el local llamado «Palermo K» iba a hablar el presidente de la línea aérea de bandera; según anunció el presentador del doctor Recalde, era una charla que, más que para contar logros de su gestión, era para brindarle a la militancia datos e «ideas-fuerza» para que a su vez los militantes pudieran explicarles puerta a puerta a los vecinos por qué debían votar al candidato del oficialismo. La gacetilla de prensa, sin embargo, había prometido que el doctor Recalde contaría algunos de los éxitos de su gestión al frente del grupo Aerolíneas y que compartiría el escenario con la segunda candidata a senador nacional por la ciudad de Buenos Aires, la subsecretaria de comercio exterior Paula Español. Recalde llegó una hora después de lo anunciado. En el local, durante su charla, el frío desapareció.

Los dos mayores logros que compartió esa noche el presidente de Aerolíneas Argentinas (AR) con los militantes fue que su conducción tenía bajo control casi todos los gremios que participaban de la masa laboral de la aerolínea. Con tono humorístico, dijo que «algo raro» había pasado con uno de los gremios: hacía pocos días, su candidato había perdido la elección de la AAA (Asociación Argentina de Aeronavegantes), un gremio de relativa fortaleza, por su cantidad de afiliados, que quedó, tras esa derrota, ajeno al control político de Recalde. No obstante, se vanaglorió de tener control y oficialismo en cuatro de seis gremios.

El segundo logro que destacó fue el lanzamiento del destino Nueva York. Logro estrictamente simbólico y relativo, puesto que para las arcas de la aerolínea de bandera argentina, el reinicio de esta ruta (que se había dejado de volar en abril de 2008 debido al déficit que esta le producía a la compañía) significará una derrota casi segura, en términos económicos.

Adrián Escandar

Cuando terminó su discurso el gerente general de Aerolíneas Argentinas, me acerqué a él. Me presenté y le pedí, sin intermediarios, una entrevista para incluirla en este libro. Recalde expresó su desconfianza y su convicción de que este trabajo estaba destinado a —cito— «hacerlo mierda». Le dije, al doctor Recalde mientras un grupo de personas que lo acompañaba me empezaba a rodear, que mi visión sobre su gestión era ciertamente crítica, pero que precisamente por eso, me parecía valioso que estuvieran sus impresiones, datos y explicaciones en general, sobre aquellas cosas que yo pensaba habían sido graves errores de su gestión. Se negó a darme su mail y/o teléfono, pero le indicó a una señorita que lo acompañaba que me tomara los míos.

Es importante desmontar muchos de los mitos a los que se ha apelado en innúmeras oportunidades durante los últimos seis años para defender una gestión que ha sido ruinosa para la compañía y para el Estado argentino. Intentaré contabilizar cuál fue el impacto directo en los resultados de la empresa de la ausencia de racionalidad en el gasto y en la planificación de esta, las implicancias de la falta de competencia en su conducción, el escaso saber técnico, la falta de resultados en lo que se refiere a su capitalización pese a una inédita transferencias de recursos por parte del Estado, la impericia en el manejo de las finanzas de la compañía y la muy perjudicial decisión de incrementar los costos variables.

Los argumentos para ocultar la falta de resultados positivos en Aerolíneas Argentinas son un péndulo que se hamaca entre dos polos, el primero es que se está discutiendo un proyecto político global (alternativamente aparece como «proyecto de país») del cual Aerolíneas vendría a ser parte y que en virtud de ello no es posible separarla del análisis. El segundo punto recurrente es la cantidad de gremios como factor de poder y conflicto para la conducción y, en última instancia, para la economía de la compañía.

Dice el dicho que no se puede tapar el sol con la mano. Sin embargo, la conducción de la empresa a cargo de Alak, Recalde-Kicillof y —en su medida— de la propia Presidente de la República, han intentado desafiar esa expresión de sentido común negándola sistemáticamente, en lo que se refiere a la administración y los resultados obtenidos en más de 2.000 días de gestión pública de Aerolíneas Argentinas.

Estar a favor o en contra de la existencia de Aerolíneas Argentinas es una decisión relativamente sencilla y que no requiere demasiada información. Hablar de Aerolíneas desde lo emotivo es todavía más fácil. Invocar su necesidad estratégica o evaluar su funcionamiento de acuerdo con la experiencia personal es otro atajo tentador en el que, desafortunadamente, sucumbieron incluso funcionarios de los más altos rangos. Este trabajo asume un desafío más complejo, considerando el contexto y la escasez de datos oficiales disponibles (asunto no menor sobre el que se ha escrito de manera abundante en los últimos años): ambiciona ser objetivo, en lugar de parecerlo.

En 2011, el profesor de la Escuela de Negocios y Políticas Públicas de U.C. Berkeley Severin Borenstein publicó un paper titulado «On the persistent financial losses of U.S. Airlines: A preliminary exploration» (Las persistentes pérdidas de las aerolíneas norteamericanas), donde explora algunas de las razones que explican las pérdidas de las aerolíneas norteamericanas, partiendo desde el hecho histórico de la desregulación del mercado aerocomercial en los Estados Unidos en 1978. Muestra, con datos, la caída en la tasa de ganancia y su recuperación, según los años y señala los decenios buenos y los decenios malos que el mercado doméstico norteamericano tuvo en las últimas tres décadas.

Es impensable que el profesor Borenstein siquiera hubiese tenido que disculparse de antemano por mencionar en el título de su trabajo «las pérdidas de las aerolíneas norteamericanas». Seguramente, tampoco se le pasó por la cabeza que podría ser criticado y considerado un enemigo de las aerolíneas debido a su trabajo. De hecho, no lo fue, tanto es así que es un economista que durante muchos años prestó asistencia técnica en la industria, siendo tal vez su paso más importante en el sector como asesor en el proceso de fusión entre United y Continental Airlines, hoy United. Todavía más: muchas aerolíneas utilizaron trabajos como el del profesor Borenstein y muchos otros papers similares, para iniciar sus respectivos procesos de reestructuración por el cual han pasado casi todas las aerolíneas estadounidenses, y también europeas, en los últimos años.

En el debate público se ha instalado, con relativo éxito, la siguiente idea: que cualquier cosa que se escriba o diga sobre Aerolíneas Argentinas es inescindible de un posicionamiento político y que todas las observaciones sobre la empresa deben ser pasadas por un tamiz ideológico. De esta manera se generó la cortina de humo más perjudicial para la aerolínea, postergando por tiempo indefinido la necesidad de evaluar minuciosamente y con un sentido técnico, considerando datos y resultados, la evolución de lo que Aerolíneas Argentinas finalmente es una empresa de transporte aéreo.

El prólogo del libro fue condensado para su publicación

«Aerolíneas Argentinas. 2000 días de pérdidas», de Franco Rinaldi (Editorial Planeta).

Por: Franco Rinaldi

Sinopsis del libro

aerolineas-argentinas_9789504941866En julio de 2008, por decisión de la presidente Cristina Kirchner, Aerolíneas Argentinas fue expropiada por ley del Congreso Nacional y volvió al control estatal después de diecisiete años en manos privadas. Estos dos mil días de gestión de la línea aérea de bandera y su subsidiaria Austral le costaron al Estado argentino aproximadamente cuatro mil millones de dólares, más de diecisiete mil millones de pesos. Sin embargo, tal gasto no solo no incluyó el incremento de destinos internos –solo se agregaron dos en el exterior–, sino que además se cortó un vuelo emblemático y único en el mundo que unía Buenos Aires con Sydney. ¿Cómo es que la autoproclamada administración pública sigue empeñándose en vender la imagen de una compañía en recuperación, y a veces inclusive próspera, si después de invertir cuatro mil millones de dólares la empresa continúa virtualmente quebrada, con un patrimonio negativo que supera su capital social y con la incorporación de apenas dos Boeing 737 y un crédito por veinte Embraers que financia un banco de Brasil? ¿Cómo se explica que, mientras Latinoamérica mantenía una de las tasas de crecimiento dentro de la industria aerocomercial mundial más importante, Aerolíneas Argentinas permaneció en su situación de una compañía hundida en el descontrol? ¿Cuál es el efecto sobre otras compañías y sobre los pasajeros que desean volar dentro de, desde y hacia la República Argentina? Franco Rinaldi ha reconstruido con precisión y crudeza una trama que revela cómo Aerolíneas Argentinas incurrió en incomprensibles fallas empresariales, desde la contratación descontrolada de empleados hasta importantes diferencias en sus estimaciones financieras, con resultados de pérdidas que siempre superaron sus previsiones de déficit. Por primera vez, se desnudan los errores de cálculo económico de Kicillof como gerente financiero. La verdad detrás del gesto emocional, nacional y popular.

Link para comprar el libro desde Editorial Planeta. Tiene un costo de $159. 

 

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